miércoles, enero 23, 2013

Metropolización y Cultura


Metropolización y Cultura.
La integración social en la agenda del desarrollo.


Hemos observado en los últimos años que un número importante de gobiernos locales han emprendido la tarea incluir a la cultura en sus agendas de desarrollo. A partir de ello, se han hecho esfuerzos de políticas públicas adecuadas que van enfocadas a revisar estudios e investigaciones sociales, políticas y económicas, con el propósito de identificar y aprovechar las diversas formas en que la cultura puede contribuir de forma exitosa a confrontar los retos venideros para las próximas generaciones que están inmersas en un caudal de información y nuevos elementos de vida que conlleva la globalización y la concentración en urbes que crecen no solo en infraestructura y en demografía, sino también en aspectos sociales y políticos.

La metropolización es más que el crecimiento de la masa urbana, es también un proceso relacionado con los cambios en los sistemas económicos, social y político de una comunidad. Se puede definir también como la tendencia de integrar al área en funcionamiento a las pequeñas comunidades, zonas suburbanas y colonias colindantes para obtener como resultado una metrópolis basada en la multiplicidad e asentamientos que la conforman. El reto de la integración es, además de dotar de los servicios básicos, establecer políticas públicas que aporvechen los elementos culturales de cada zona.

Examinar y valorar los aportes de los elementos culturales en las actuales estrategias de desarrollo social y económico amplia el panorama del progreso en los niveles de calidad de vida y bienestar. Así tambien, se intenta reafirmar la dimensión holística de la cultura y la multiplicidad de campos (económico, político, social y medioambiental) en los que esta puede incidir de forma positiva.

La cultura en sí, nunca ha sido considerada como un componente integral de las principales teorías de desarrollo. Los enfoques económicos hacen caso omiso de las dimensiones y potencialidades de la cultura como  agente de cambio, no obstante, no  podemos rechazar que los factores culturales propios de cada grupo  representan la fuente principal de su evolución económica y social.

La metropolización lleva a los gobiernos locales a implementar una nuefa forma de gestión urbana que va más alla de las políticas administrativas. Desarrollar modelos basados en la inversión del capital intelectual que genera la cultura es una tarea a considerar.

La cultura debe de ser un factor fundamental en las estrategias de desarrollo de las economías urbanas, esto derivado de la existencia de un incremento de consenso entre gobiernos locales, empresarios y sociedad civil con respecto a la importante contribución de las políticas culturales en el desarrollo de la economía local, en la regeneración del espacio urbano, en el estimulo a la cohesión e inclusión social, en la atracción de turistas e inversionistas, y en general, al mejoramiento de la calidad de vida.

Las nuevas formas de organización social se caracterizan por estar sometidas a un proceso continuo de cambios rápidos, multidimensionales y muchas veces impredecibles. Dentro de este contexto la cultura tiene una función muy particular, ya que nos permite entender estos cambios y simultáneamente nos proporciona  una serie de herramientas para definir las estrategias con las cuales se confrontan las nuevas realidades sociales y políticas.

En el caso europeo, la necesidad de confrontar los estragos de la guerra llevo a plantearse la utilización de la cultura como un elemento capaz confrontar a una sociedad golpeada tanto material como  espiritual. Como resultado de ello, las políticas culturales estuvieron principalmente enfocadas a la creación y expansión de aquellas infraestructuras tradicionalmente asociadas a las artes clásicas, tales como museos, centros cívicos, teatros, etc. Como elemento innovador, se busco desarrollar y facilitar la accesibilidad  de todos los estratos sociales a ciertas actividades culturales por medio de la creación de asociaciones o movimientos sociales. Las políticas culturales encabezaron una serie movimientos de democratización que han marcado el rumbo de las ciudades, estados y naciones.

Dentro del fenómeno social implícito en la metropolización de zonas tradicionales o rurales surgen áreas de oportunidad que van en forma ascendente y algunas veces desproporcionales al crecimiento de las áreas que se fusionan y que deben contar con medidas correctivas. Cabe mencionar que también hay una nueva definición de la relación entre gobernantes y gobernados.

La creatividad es elemento de la cultura con alto potencial de desarrollo y cada comunidad posee como distintivo de su población, además de que es una característica de la formación de ciudades.

Los actuales problemas de la sociedad requieren ser atacados por políticas públicas y sociales renovadas, donde prevalezca la posibilidad de incursión en nuevas áreas en el diseño, implementación y gestión con el fin de provocar un nuevo estimulo a la economía y, a la capacidad creativa de la sociedad, en otras palabras, fomentar la explotación de la cultura como elemento catalizador del proceso de regeneración y valoración del espacio como eje alternativo del cambio social y económico.

Algunos puntos a considerar para la metropolización cultural:
·                    Impulsar y asesorar para la creación de industrias culturales.
·                    Habilitación de espacios de expresión y educación para las artes.
·                    Fomentar y desarrollar capital intelectual.
·                    Preservar la identidad cultural de las comunidades.
·                    Establecer mecanismos que permitan una relación somática de los individuos con la cultura.
·                    Ver a la cultura como parte del desarrollo económico y del capital social.
·                    Popularizar la cultura tomando en cuenta las expresiones locales.

Los fenómenos sociales y políticos que se producen en las zonas urbanas se transmitirán en cierta medida a las comunidades que están por convertirse en parte de la mancha urbana, por lo que no se puede dejar de prestar atención a la problemática que conlleva la expansión de las ciudades. El proceso de canalización y mejora es la cultura, un elemento que todo mexicano lleva en la sangre, en su composición histórica y política.

Dentro del amplio panorama de la cultura y el conocimiento se debe tomar en cuenta la mejora continua de los sistemas de aprendizaje, la necesidad generar nuevos conocimientos económicos, sociales y de organización para poder sustentar políticas públicas que se dirijan al fomento cultural y a la adminsitración del conocimiento.

En los últimos años hemos sido testigos de distintas aperturas en cuanto a los diálogos y canales de comunicación entre gobernantes y gobernados. Esta nueva dialéctica está apoyada por las emergentes redes sociales que se fortalecen por las necesidades de expresión de los individuos.
El progreso está basado el capital intelectual de su población.