sábado, marzo 05, 2016

Piso levantado

La curiosidad es un rasgo distintivo del humano, es el comienzo de la búsqueda del saber, en mi caso por algunos temas, especialmente los que tiene que ver con el inframundo; todo lo relacionado con las almas que moran en los distintos planos astrales, no desperdiciaba la oportunidad de indagar sobre temas relacionados con esto.
Las fuentes bibliográficas y documentales eran escasas, más por los temores religiosos y moralistas que por su dificultad para comprarlas. Pero siempre hay una fuente, y en este caso la tenía muy cerca de mí, una pequeña biblioteca que estaba en casa de mi abuelo.
Mi viejo era una persona con muchos kilómetros recorridos en la vida, conoció muchos lugares y personas de las cuales siempre tenía algo que contar, momentos de su vida y a veces historias que  inventaba, nos entretenía y nos hacían imaginar sobre sus aventuras. Gustaba de asustarnos con relatos de almas en pena, muertos vivientes, animales asesinos, vampiros, psicópatas y cuanta historia se le ocurría, incluso alguna vez nos platico cuando su dentadura postiza cobro vida y mordió al perro para alejarlo de la cocina.
Una tarde después de salir de la prepa llegue a casa de mis abuelos para descansar un rato y esperar a que pasara un poco la lluvia. La casa estaba en la colonia Roma, grande y antigua, bonita y escalofriante. Siempre creí que algún día las muñecas de porcelana que tenía mi abuela cobrarían vida a media noche y matarían a alguien, sus caras era tan bonitas que daban miedo, acorde a la casa.
Después de pasearme por la cocina buscando algo de comida me dirigía a la biblioteca.
Busqué en los libreros durante unos minutos algo para entretenerme un rato y al no sentirme en ese momento atraído por algún texto observe un libro que se encontraba en el escritorio de mi abuelo, su cubierta de piel negra hacia una invitación a tomarlo y leerlo. 
Era como un manual de brujería, lo que se llama un libro de las sombras. Lo abrí y comencé a leer aleatoriamente en sus hojas hasta que encontré un apartado que me llamó la atención. Hablaba sobre las apariciones de un demonio que gozaba de hacer tratos con los hombres a cambio de bienes o placeres.

Continúe leyendo hasta que escuche un estruendo en el piso de donde me encontraba. Solté el libro y me pare de la silla para buscar la causa del ruido, no podía dejar de temblar, estaba temeroso de encontrar algo, lo que fuera, en una situación de estas hasta el menor ruido altera a cualquiera. Vi entonces como parte del pisó se había levantado, una especie de burbuja en las lozas. Me acerque para observar detenidamente el fenómeno, no le encontraba una explicación al levantamiento del piso. Al hincarme escuche detrás de mi otro estruendo igual, esto hizo que me levantara muy rápido. Había aparecido otra burbuja similar a la primera, no pude moverme.

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